miércoles, 20 de diciembre de 2017

Curiosidades sobre el invierno

El invierno se caracteriza por ser una estación con días más cortos, noches más largas y temperaturas más bajas, según nos vamos alejando del Ecuador de la Tierra. Cuanto más lejos se encuentre un área del ecuador, más frías serán las temperaturas que experimentará. Las temperaturas en las regiones ecuatoriales se mantienen relativamente constantes a pesar de los cambios de estaciones, esto se debe a que, debido a la curvatura de la Tierra, las áreas ecuatoriales obtienen más luz solar, según el programa de Medición de Radiación Atmosférica (ARM).

Es la estación más fría del año, eso sin duda. Sin embargo, la mayoría piensa que la temporada más fría comienza durante el solsticio de invierno, existen dos definiciones para el invierno: el invierno astronómico y el invierno meteorológico.

Así, el invierno astronómico, lo que todos conocemos o consideramos como invierno, se define por la posición de la Tierra alrededor del Sol y varía desde el solsticio de invierno hasta el equinoccio de primavera.

El solsticio de invierno marca el momento en que el Sol pasa directamente sobre el ecuador. En el hemisferio norte, tiene lugar alrededor del 21 de diciembre y en el hemisferio sur ocurre alrededor del 21 de junio, según el Servicio Meteorológico Nacional. Estamos ante el día más corto del año y, por ello, suele ser celebrado por una gran variedad de culturas en todo el mundo.

En el momento del solsticio de invierno, el polo correspondiente se inclina unos 23,5 grados del Sol. En ese día, en el hemisferio norte, el Polo Norte está más lejos de nuestra estrella, mientras que en el hemisferio sur, que experimenta el verano, está más cerca.

Por otra parte, el invierno meteorológico comienza antes, abarcando el período de tres meses desde diciembre a marzo, según la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) y se basa en el ciclo de temperatura anual y el calendario, en lugar del viaje de la Tierra alrededor nuestro sol.

El silbido del viento

 El silbido del viento

¿Por qué oímos esa especie de silbido cuando hace viento? No solo puede ocurrir en invierno. La clave se encuentra cuando el viento sopla con gran intensidad. Esta fuerza hace que, en el caso de encontrar un obstáculo a su paso, la zona de paso del aire en movimiento se estrecha y se acelera, provocando este particular sonido sibilante. Ya sea la rendija de una puerta o una persiana, el viento se colará por sus pequeños huecos y producirá este sonido.

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Efectos psicológicos del invierno

La ciencia ha encontrado un vínculo entre el invierno y la depresión, sobre todo en los pacientes que sufren de trastorno afectivo estacional. Esto podría atribuirse a varias razones, como que la disminución de la luz solar puede interrumpir el reloj interno del cuerpo, dando lugar a sentimientos de depresión o que el cambio de estación puede interrumpir el equilibrio de los niveles de melatonina en el cuerpo, que juega un papel clave en los patrones de sueño y el estado de ánimo, según comentan expertos de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota (EE. UU.). Como dato sorprendente, un estudio reciente publicado en la revista Behavioral and Brain Sciences, concluyó que los pensamientos violentos tienden a disminuir durante el invierno, pues los niveles de violencia y agresión son más altos en climas cálidos.

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El invierno aumenta la creatividad

Sentir frío o calor puede hacer aflorar distintos tipos de creatividad. Así, en un estudio de 2014 publicado en Acta Psychologica, los investigadores descubrieron que las personas a las que se les daba una almohadilla terapéutica caliente, una taza caliente de té o que estaban en una habitación con una temperatura más bien alta, eran mejores en dibujo creativo, categorizando objetos y pensando en ideas de regalos para otras personas. Por otro lado, los que estaban pasando frío eran mejores en la identificación de metáforas, en idear nombres nuevos y en planificar ideas de regalos abstractos. Los investigadores plantean la hipótesis de que el calor ayuda a las personas a sentirse psicológicamente conectadas y más generosas con los demás, mientras que el frío puede estimular la creatividad más abstracta, puesto que las personas tienden a sentirse alejadas de los demás.

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